Me quedé en una habitación donde un gallo cantaba mucho, pero eso nunca fue tan terrible. Me gustaron las clases ilimitadas. Los profesores te apoyan mucho, no importa tu nivel. Me encantó el restaurante con mucha comida vegetariana y deliciosa a precios convenientes. Además, todo el personal fue súper amable y siempre dispuesto a prestar ayuda.
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